Lavar una mochila en la lavadora

Tu mochila favorita se ha ensuciado. Y como ha visto días mejores, te preguntas si puedes lavar la mochila en la lavadora.

Antes de decir "sí", haznos un favor: ¡Comprueba el material!

Si es de tela o nailon, la respuesta es: ¡Por supuesto! Si se trata de un material más resistente, como la lona, normalmente se puede limpiar, salvo que se indique lo contrario en la etiqueta de limpieza. Pero si es de cuero o algo más exótico, necesitarás un limpiador especial para ese material en concreto.

Ahora que ya sabes de qué material se trata, también sabrás si puedes lavar tu mochila en la lavadora. Si es así, sigue leyendo.

Preparativos para lavar una mochila en la lavadora

En primer lugar, vacía la mochila y todos los bolsillos. Asegúrate de comprobar cada compartimento y cada cierre de cremallera o velcro. No laves las gafas de sol: consulta nuestro artículo sobre la limpieza de gafas de sol aquí. Si al meter la mochila en la lavadora hay objetos equivocados, no sólo se pueden dañar los propios objetos, sino también la lavadora.

Ahora retira cualquier cierre o etiqueta metálica adicional. Las mochilas suelen tener muchos clips y cadenas desmontables. Retira todos los clips que se puedan soltar. También debes retirar cualquier broche, llavero u otro "accesorio" que hayas fijado a la mochila antes de lavarla.

Por último, puedes tratar previamente las manchas con un quitamanchas. Si tu mochila tiene manchas feas, aplica algún quitamanchas como Sil 1 for All Stain Gel. Utiliza un cepillo suave si necesitas que penetre profundamente en el tejido y deja que actúe según las instrucciones.

Una vez terminados los preparativos, es hora de lavar la mochila en la lavadora.

Lavar la mochila en la lavadora

Esta es la parte fácil. Mete la mochila en una funda fina y métela en la lavadora. Programa un ciclo de lavado suave con agua fría y utiliza la cantidad mínima de detergente recomendada. Puedes añadir otros artículos que también necesiten un lavado suave en fundas de almohada separadas.

Recuerda que las mochilas suelen tener cierres metálicos, lo que significa que tienden a hacer más ruido en la lavadora que la ropa normal. No debes grabar vídeos en las redes sociales cerca de la lavadora durante el ciclo de lavado. Es mejor esperar a que deje de hacer ruido.

Por cierto: si tienes una lavadora-secadora, asegúrate de programar un ciclo de lavado limpio, es decir, ¡sin programa de centrifugado! Como verás en el siguiente paso, la mochila podría deshilacharse o estropearse con un programa de secadora incorrecto. Con o sin funda, incluso existe el riesgo de que se derritan pequeñas partes de la mochila, y eso no sería nada divertido.

Deja secar la mochila al aire libre después de lavarla. Puedes colgarla en un tendedero o colocarla sobre una superficie impermeable y darle la vuelta varias veces durante el día. Si quieres, puedes terminar el proceso de secado con un secador de pelo en la posición "caliente". Esto es especialmente útil en el interior de la mochila.

Cuando hayas terminado, limpia la lavadora si es necesario. Dependiendo de por dónde hayas viajado con la mochila, puede haber pequeñas piedras o arena en el filtro de pelusas.

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